Tuesday, August 13, 2013

La Lluvia



      Está lloviendo en Santiago de Chile. Lamentablemente, esta ciudad se inunda en varios sectores cuando llueve, incluso si no llueve mucho. Pero no hay que temerle a la lluvia. La lluvia es necesaria. La lluvia es vida. Todas las plantas y los animales que la necesitan ahora la tienen a su disposición, el aire se limpia de las inmundicias del smog y todo tiene un color distinto cuando llueve.
   En el siglo XIX vivió en Europa un músico que entendió este sentimiento. Tuvo una visión distinta y original del piano y por medio de este instrumento mostró su imaginación al mundo: se llamaba Frederic Chopin.
   Voy a hablar del preludio “Gotas de lluvia” (Preludio No. 15). Comienza suave y en tono mayor, con una preciosa melodía. Después modula a menor. Tiene tempo rubato (en ciertas secciones se toca más rápido o más lento, muy característico de Chopin). Las modulaciones suenan como propias del período romántico. 

    En la segunda sección, el piano se pone oscuro y ominoso al pasar a una tonalidad menor. La melodía es tocada en el registro grave y una nota aguda se toca varias veces, creando el efecto sonoro de unas gotas cayendo constantemente. Esto representa la llegada de nubarrones que pronto descargaran toda su lluvia sobre la tierra.
 Después Chopin vuelve a la delicada melodía en tonalidad mayor del principio, dando paso al sol que brilla nuevamente sobre la tierra que ahora esta mojada y las plantas húmedas que crecen en ella.
    Recomiendo ver la película “Sueños” de Akira Kurosawa, que tiene una hermosa secuencia con esta excelente pieza de Chopin.




Otro artista que se inspiró en la lluvia fue David Gates. “Suite de Nubes y Lluvia” es una pieza notable que es cercana a lo que algunos llaman “pop barroco”. Un piano introduce la melodía principal en tono menor, después se le une un sintetizador en una preciosa progresión armónica. La letra dice “Si de todas las maravillas del mundo se me permitiera tener una, creo que siempre escogería una nube (...) Mira las nubes, están dando vida allí abajo, en colores que un lienzo no puede mostrar”. Siento como si David le hubiera puesto letras a la obra de Chopin de la que antes hablé.
     
    Una segunda sección con un piano staccato (que recuerda un poco al grupo Supertramp) nos brinda otro placer auditivo. El tempo es levemente más rápido que en la parte anterior y eso le da más fuerza y diversidad rítmica a esta obra. La última sección es más rápida y tiene un solo donde brilla el sintetizador. Esta es la tormenta. Después la canción finaliza con con la calma de la melodía principal de la introducción.

   Dream Theater hizo una de sus mejores obras con el motivo de la lluvia: 
“Trial of Tears”, que forma parte del álbum “Falling into Infinity” Parte con una introducción que recuerda a King Crimson o Yes con su mística, acompañado de un riff exquisito de una sonoridad modal.  
    
  “It´s raining” es la primera parte . John Myung toca un bajo potente y James LaBrie canta mostrando sus capacidades al máximo, a pesar de haber sufrido una accidente que afectó su voz antes de grabar el disco. En “Deep in Heaven” John Petrucci ejecuta un solo digno de un gran guitarrista. Derek Sherinian muestra un buen dominio de las teclas y da a esta obra un toque “lluvioso” con los sonidos de su sintetizador, como también lo dan las tonalidades usadas.
     
   “The Wasteland” reutiliza el tema de “It’s Raining” en forma de balada pero después entra la distorsión, que representa una lluvia torrencial. La canción termina como empezó, con esas notas místicas. Suena como sonaría el arcoíris después de la lluvia.

     Esos son 3 tipos distintos de música que hablan de un tema en común. La Lluvia (o la falta de ella) es un tema presente en todas las culturas del planeta. Es algo que nos interesa a todos, por eso aparece en el arte de todo el globo. Esa es la fuerza unificadora de la música.

la lluvia

Thursday, August 8, 2013

"Somewhere in Time" de Iron Maiden


Iron Maiden es una de las bandas esenciales del Heavy Metal. Se hicieron conocidos en los años ochenta pero se han mantenidos vigentes hasta hoy: en los últimos cinco años han tocado por el mundo para cientos de miles de personas en las Américas, Europa y Asia, incluso pasando por destinos nunca antes visitados por Iron Maiden (Mumbai, Bangalore, Dubai, Puerto Rico).
   
Pero Iron Maiden no solo es un mar de gente que va a ver a unos viejos de pelo largo. Es un grupo que toca muy buena música y representa el espíritu del Heavy Metal.
    Sin embargo, ahora quiero traer a su atención algo “no tan heavy” en la historia de la doncella de hierro. Se trata de Somewhere in Time, un disco que incorpora a la música pesada de Maiden las guitarras sintetizadas, algunos teclados, entre otros elementos que fueron criticados en la época en la que grabaron este disco.
  
Eddie en Dubai

El primer track es “Caught Somewhere in Time”. Comienza creando expectación con las dos guitarras armonizadas y se convierte en una galopante y épica obra. Bruce Dickinson canta bien pero en el coro se le nota demasiado “vibrante”, a punto de desafinar. Los solos son bien ejecutados por los guitarristas Dave Murray y Adrian Smith, pero la guitarra rítmica es a veces opacada por el bajo de Steve Harris (un prócer del las 4 cuerdas en el metal). En general “Caught…” es un tema enérgico y entretenido pero no es tan memorable como “Be Quick or Be Dead”, “Fear of the Dark”, “The Trooper” y otros clásicos acelerados de Maiden.

“Wasted Years" es una de mis favoritas personales. El riff inicial es muy emocionante y la estrofa está a la altura, con Bruce luciéndose. El coro dice “No pierdas tu tiempo buscando esos años perdidos, levanta la cara y date cuenta de que estas en tus años dorados”. Los solos son sublimes, unos de los mejores de esta banda sin duda. Esta canción es un siete, es excelente.

  “Sea of madness” tiene un riff que recuerda al álbum “The Number of the Beast”. Harris acentúa las notas del bajo y Nicko McBrain hace un buen trabajo en los fills durante el tema. Sin embargo, el coro no logra interesar mucho al oyente y el interludio no es muy entretenido (Bruce canta “madness” varias veces y se hace algo monótono)

“Heaven can Wait” es uno himno vertiginoso que incluye secuencias y/o teclados pero muy sutiles. El oyente notará más las guitarras sintetizadas. Yo opino que en los solos de “Heaven…” aportan bastante a que sean originales e interesantes pero en los riffs (como en el coro o el interludio) saturan la canción de muchos instrumentos a un volumen fuerte, lo que normalmente me agrada en esta banda y sé que es una de sus características de Iron Maiden  pero en este coro se hace molesto. Sin embargo, este es un problema del disco porque en vivo suena bastante bien.
  
El riff que da comienzo a “The Loneliness of The Long Distance Runner” Esta bien logrado, se nota un mejor uso de los efectos. Después la pasada a un riff rápido y pesado, aunque brusca, logra un buen efecto en el auditor  pero recuerda demasiado a “Caught…”. El tema del corredor está presente en lo musical y en lo lírico. Las guitarras ejecutan su característico twin lead, rasgo característico de Maiden, de una formas más provechosa que en las canciones anteriores del álbum y (presionadas por la batería) logran un efecto “Trooper”. “Tengo que seguir corriendo” canta Bruce mientras la batería cambia de 4/4 a 8/8 dando la sensación de que el corredor empieza a cansarse. Esta es una buena canción pero le falta un poco más de originalidad.

 “Stranger in a Strange Land” es la más fome del disco. Es la única que no me gusta. El teclado del coro es muy monótono y lo que tocan las guitarras no es muy creativo. La letra recuerda a “Pictures of Home” de Deep Purple. El tópico del extranjero en una tierra fría y poco amistosa no es nuevo, pero se puede abordar de maneras más originales. Deep Purple lo logró, Iron Maiden… no tanto.

Pero ahora la doncella me tapa la boca con “Deja Vu”, que si bien comete el error de empezar nuevamente de la misma forma que “Caught…” y “The Loneliness”, se desarrolla como un vertiginoso metal ochentero, de esos que dan ganas de moshear. Un mejor uso de los teclados, los efectos y las guitarras sintetizadas hacen de este un buen tema. Lo malo es que la batería esta demasiado alta en la mezcla del disco (la remasterización que tengo yo) y se extrañan los solos, pero “Deja Vu” es muy disfrutable.

La última canción, “Alexander The Great”, es la mejor del disco. Fue la primera que escuche del álbum y me trae recuerdos de cuando tenía 14 y 15 años y estaba descubriendo a Maiden. “My son, ask for thyself another kingdom, for that which I leave is too small for thee” (“Hijo mío, debéis procuraros otro reino, ya que el que yo os dejo es muy pequeño para vos”). Esta es la cita al rey Felipe de Macedonia que sirve de introducción.
 Me imagino a Alejandro Magno viajando a conquistar Asia con esta introducción marcial en la que las guitarras suenan impecables.  Una vez más ocurre una transición una parte fuerte pero el ritmo no se acelera tanto y el riff es el mismo, así que el efecto es bueno. Las letras son las mejores del disco: mencionan fechas, lugares, personajes históricos y sus viajes. El metal también da clases de historia.
El interludio “progresivo” suena como algo que tocaría Génesis: cambia de tono y la guitarra limpia puntea sobre el bajo y la guitarra rítmica además de una batería interesante.
El próximo riff es notable: Es épico, es marcial, es simple pero muy efectivo. Sobre el suceden los mejores solos del álbum. Entre tappings y hammer-ons, Murray y Smith dan cátedra de cómo tocar el Heavy Metal. Los versos finales hablan de los últimos días de Alejandro Magno y su muerte en Babilonia, todo esto con la voz del carismático Bruce que canta y grita como solo él sabe hacerlo.

  Somewhere in Time no es el mejor disco de Iron Maiden pero fue el álbum en el que viraron hacia un sonido más cercano a lo que sería “Seventh Son of a Seventh Son”, una obra cumbre de la docella de hierro. Somewhere in Time  destaca por las poderosísimas “Wasted Years”, “Caught Somewhere in Time” y “Alexander the Great”. La primera formó parte del “Somewhere Back in Time”, que los trajo a tierras sudamericanas donde brindaron unos de sus mejores conciertos, con fuegos artificiales, la mascota Eddie como robot (como en la portada del álbum), escenografía egipcia y DVD de por medio. Este disco hay que escucharlo. Grande Maiden. 
                                           Video no oficial de "Alexander the Great"